domingo, 20 de mayo de 2018

Ley no logra frenar la violencia en las escuelas de Ecuador

Caminaban en grupos, como si participaran de un desfile, pero los rostros no denotaban alegría ni fervor, sino que se percibía seriedad, un halo de rudeza.
Eran alumnos de un plantel fiscal de la cooperativa Sergio Toral 1, en el noroeste de Guayaquil, que al término de clases, pasadas las 13:00 del viernes 18, avanzaban como si buscaran algo o a alguien.
Transeúntes que esperaban el bus se pusieron a la defensiva, miraron la situación con recelo, dijeron que cuando los jóvenes “andan en grupo” terminan enfrentándose a golpes con su pares y que en la confrontación suelen usar armas.
Los estudiantes avanzaban a un plantel ajeno, pero en las inmediaciones estaban tres motorizados de la Policía, lo que incidió en que el grupo se dispersara en unos 20 minutos.
“Vine corriendo por mi hija, porque ella coge sola el carro”, dijo nervioso Carlos Villegas, quien al notar el avance de los jóvenes se apuró en acompañar a su niña.
Las situaciones de violencia dentro y fuera de planteles públicos y privados parecen cada vez más recurrentes y empiezan a cobrar vidas. Cifras de la Subsecretaría de Educación de la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) revelan que en el periodo lectivo 2017-2018 se registraron 2.102 casos de violencia entre estudiantes.
El domingo 13, Brithany, de 11 años, falleció supuestamente por los golpes que le habrían propinado cinco compañeros, cuando las autoridades del plantel se encontraban, el viernes 11, en una actividad por el Día de las Madres. Autoridades de Educación intervinieron el centro.
En noviembre pasado un estudiante de ese plantel se habría suicidado por ser víctima de acoso escolar, según una carta que él dejó.
El viernes 18, en otra unidad educativa fiscal de la coop. Sergio Toral 1, padres decían que un profesor supuestamente fue amenazado de muerte por estudiantes. La directora del plantel evitó pronunciarse.
Julio Chuya, presidente del comité de padres de un colegio de la isla Trinitaria, en el sur, expresó su preocupación porque, según él, a la salida de la jornada vespertina son frecuentes las peleas entre los estudiantes. Agregó que algunos docentes evitan intervenir en las grescas por temor a represalias.
Roberto Passailaigue, exministro de Educación, dijo que la violencia estudiantil es una problemática que refleja falencias en el rol de los padres por la falta de valores que deben ser impartidos en la familia.
El también director general de Ecomundo sostuvo que la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) es permisiva en ciertos aspectos y eso limita el accionar docente. “Las autoridades de los distritos (...) piensan que fallando siempre a favor del padre y del estudiante están cumpliendo su deber, cuando eso es un error. Se está fomentando la mala crianza, el mal comportamiento, la violencia”, expresó él.
La Subsecretaría de Educación indicó que cualquier hecho de violencia debe ser comunicado al Departamento de Consejería Estudiantil (DECE), que la máxima autoridad institucional debe elaborar un informe y avisar a padres, representantes y a los implicados.
El Ministerio de Educación aplica el Plan Nacional de Convivencia Armónica y Cultura de Paz Más Unidos, Más protegidos. Entre los logros, la Subsecretaría destacó el “compromiso de la comunidad educativa para combatir y erradicar situaciones de violencia en el establecimiento educativo en sus círculos familiares y fomentar una cultura de paz y convivencia armónica. (I)

Fuente: https://www.eluniverso.com/guayaquil/2018/05/20/nota/6767706/coraje-escolar-tambien-amenaza-profesores

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