domingo, 6 de mayo de 2018

Jorge Barraza: Hoy, Barcelona-Real Madrid, el clásico global

La grandeza de los clubes y la luz de los protagonistas lo convirtieron en tradición, el recelo político y regional le impregnó rivalidad, y una serie de circunstancias modernas lo tornaron el clásico del mundo: Barcelona-Real Madrid, la cita deportiva del planeta en nuestros días, vuelve esta tarde.
Nadie es indiferente a este choque de trenes y todos toman partido por uno y otro, en América, en Asia, en África, lo mismo en Europa, los ojos futboleros se posarán en el Camp Nou. Lo máximo que se puede ver en fútbol estará allí. Hasta la diferencia de estilos aumenta el interés del enfrentamiento y arrastra multitudes detrás de uno y otro bando: el juego artístico del Barça, la bravura del Madrid, la clase versus la rebeldía, el talento frente a la altivez, la estética contra la practicidad.
Desde comienzos de los años 50 el fútbol español capta las grandes figuras internacionales. Y desde el enconado tironeo entre ambos por Di Stéfano en 1953, ha sido una carrera de dos en busca de los mejores jugadores del mundo. Eso le ha dado un brillo que otros clásicos nacionales no tienen. Así desfilaron por Madrid o Cataluña fenómenos como Kubala, Puskas, Gento, Cruyff, Maradona, Stoichkov, Michael Laudrup, Hugo Sánchez, Romario, Raúl, Eto’o, Ronaldo, Zidane, Roberto Carlos, Ronaldinho, Puyol, Xavi, Casillas, Sergio Ramos… Y junto a ellos, decenas de otros cracks arribados de todas partes. Hasta llegar a Messi y Cristiano Ronaldo, quienes con su silenciosa, pero encarnizada pulseada personal elevaron el duelo a una dimensión aún más colosal.
No siempre fue así. El mismo Di Stéfano lo decía a menudo: “Nuestro clásico era con el Atlético de Madrid, no con el Barcelona”. Hablaba de los años 50 y principios de los 60. Porque el Atlético tenía unos equipazos también y se fajaban con todo. Incluso por popularidad, repercusión y poderío, el clásico planetario pudo haber sido otro: Inter-Milan, Liverpool-Manchester United o Boca Juniors-River Plate, pero una serie de factores conjugados determinaron otra cosa. Primero, la gran explosión del Barça-Madrid coincidió con la globalización. Al nacer la era de la comunicación, de la información y de la conectividad, el fútbol mejor posicionado fue el español. Sigue siendo. Y el universo entero puede ver sus partidos.
España ganó consecutivamente Eurocopa 2008, Mundial 2010 y Eurocopa 2012; ha sido campeón olímpico en 1992; campeón mundial sub-20 en 1999; cuatro veces subcampeón sub-17 en los últimos años; coronado europeo sub-21 del 2011 y 2013. Sin contar la catarata de triunfos a nivel de clubes. No hay duda posible: es el medio más potente y exitoso. Para alcanzar estas conquistas surgieron cantidades de talentos, muchos de los cuales fueron a recalar al Barça o al Madrid. Y los que no eran españoles fueron contratados. Para los actores del juego, España es Hollywood.
El auge de la televisación del fútbol, la mediatización, las redes sociales, los memes, todo coincidió con el ascenso del fútbol español y confluyó para que Real Madrid-Barcelona, o viceversa, se transformara en una cita futbolística universal. En el anterior enfrentamiento, el 23 de diciembre de 2017, 650 millones de espectadores globales vieron por TV el triunfo del Barcelona por 3-0 en el Santiago Bernabéu: ¿Cuántos serán hoy…? ¿Cuántos millones de mensajes se enviarán por WhatsApp relacionados con el partido…?
También es preciso que los dos rivales sean poderosos, no uno solo. Por ello confluyó que en ese periodo apareciera el Barcelona de Guardiola, acaso la máxima expresión futbolística de la historia, y el galacticismo del Real Madrid, fichando jugadores de nivel Balón de Oro como Zidane, Beckham, Kaká, Ronaldo Fenómeno, Cristiano... Aunque el Barça no se quedó atrás con Ronaldinho, Zlatan Ibrahimovic, Neymar, Luis Suárez…
Y en ese marco de luminarias y fútbol espectáculo, apareció Messi… Que cambió la parábola del clásico, cortó la preeminencia blanca e impuso la azulgrana. En la Era Messi, el Barça conquistó 32 títulos, entre ellos nueve ligas, 6 Copas del Rey y cuatro Champions. Además, el club catalán ganó 17 clásicos contra catorce del Madrid. Y Leo se transformó en el jugador que más goles le convirtió al Madrid en toda su historia: 25. También se dieron algunas goleadas y bailes históricos a favor de los culés como el 5-0, el 6-2, el 4-0, el 4-3, el 3-0… Los últimos cuatro, a domicilio. Justamente para contrarrestar a Messi, el Madrid fichó a Cristiano Ronaldo. Y le dio resultado: entre sus goles adelante y el liderazgo de Sergio Ramos atrás, ganó dos Ligas, dos veces la Copas del Rey, tres Champions, que pueden ser cuatro en veinte días más.
El encuentro de hoy (238 del historial) está enmarcado en una coyuntura casi extraña: que a falta de cuatro jornadas no se juegue por nada. El Barça ya es campeón, se coronó con mucha antelación y el Madrid llega relajado porque su meta no está en la Liga, sino en lograr su tercera Champions consecutiva frente al Liverpool dentro de tres semanas. Eso descafeinó un poco el clásico, sin embargo, la lucha está garantizada, será titánica igual porque está en juego el orgullo, el honor. (D)

Fuente: https://www.eluniverso.com/deportes/2018/05/06/nota/6745553/jorge-barraza-hoy-barcelona-real-madrid-clasico-global

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